Durante el 2017 las instituciones que conforman Educapaz han trabajado para mejorar la educación en el sur del Tolima. Este proyecto que vincula siete organizaciones ya es reconocido no solo por las comunidades educativas y la sociedad civil, sino también por las autoridades locales. Las instituciones que conforman el proyecto son: Escuela Nueva, Convivencia Productiva, Fe y Alegría, Facultad de Educación de la Universidad de los Andes, Javeriana Cali, Fundación para la Reconciliación y Cinep/PPP. Además, hay tres organizaciones aliadas: Avina, la Red Prodepaz y Clayss.
Educapaz tiene tres grandes líneas de trabajo. La primera es Educación Rural que acompaña a sedes educativas de los cuatro municipios. Allí hay 28 colegios, cada uno de estos, con sedes rurales. Este acompañamiento es educativo y pedagógico en el que se revisan las metodologías de enseñanza de cada una de las sedes para sugerir nuevas estrategias. También se trabaja en mejorar la relación de los docentes con las comunidades para que estas hagan parte del proceso educativo de los niños y niñas.
Otra tarea planteada en esta línea es la construcción de los Planes Educativos Municipales. Para esto, crearon un mecanismo de articulación de actores, llamada la Mesa Educativa Municipal, en la que confluyen los diferentes actores relacionados con la enseñanza escolar, representantes del sector público, líderes comunitarios y líderes de asociaciones productivas. El objetivo de cada mesa es crear una propuesta de política pública educativa enfocada en las necesidades de los niños y jóvenes rurales de cada uno de los cuatro municipios. La Universidad Javeriana de Cali validará la participación en esta construcción del plan como un diplomado, para así cualifica el quehacer de cada uno de los actores.
“Nuestra tarea como Cinep/PPP es promover espacios de reflexión sobre las políticas públicas y crear una agenda común y pública con diversos sectores”, dice Luz Elena Patarroyo, coordinadora del equipo de participación ciudadana del Cinep/PPP. “En esta región, muchas personas han sufrido la guerra, y eso genera mucho escepticismo. La gente está muy ilusionada con que haya cambios pero al mismo tiempo está muy temerosa de ser engañada o utilizada”, agrega Patarroyo.
Para el próximo año, y una vez se haya terminado la concertación del plan, se presentará a los consejos municipales para que sea discutido y aprobado como política pública oficial. Es importante reconocer que el trabajo de la mesa ha tenido incidencia en la escala regional, pues se ha vinculado con la Agencia de Renovación del Territorio para que estas propuestas locales sean incluidas dentro de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial – PDET–. “La orientación de la mesa y su participación en las discusiones de los PDET está encaminada a que la gente se haga preguntas que no se había hecho en torno al tema de la educación”, dice Juan Carlos Merchán, investigador del Cinep/PPP y miembro del equipo de Educapaz.
Para Luz Elena Patarroyo el proceso de los PDET es muy rápido y no posibilita que la gente tenga un tiempo de maduración y comprensión sobre para participar. “Esa debilidad la hemos venido trabajando como pilar de la educación y así dar una información más cualificada, generar reflexiones y aportar a la articulación de la política pública que estamos construyendo con el PDET. Volvemos a la tarea de mediadores entre una acción que es estatal y la comunidad educativa”, afirma.
Por su parte, Juan Carlos Merchán, indica que uno de los principales obstáculos del proceso ha sido lograr la participación de las administraciones municipales. “Nosotros estamos aliados con la Secretaría de Educación de la Gobernación, y eso genera distanciamientos con algunas administraciones porque no quieren trabajar con sus opositores políticos”, afirma; sin embargo, señala que poco a poco han logrado demostrar que este es un proyecto que va más allá de las filiaciones políticas.
La segunda línea de trabajo de Educapaz es la formación en Ciudadanía, Reconciliación y Educación Socio Emocional –Crese–. Esta estrategia busca generar propuestas para trabajar la reconciliación, que no está vinculada a la educación cognitiva intelectual, sino a la educación de los sentimientos. Hasta ahora se ha implementado en instituciones educativas urbanas y el proyecto para el próximo año es llevar esta propuesta a las instituciones rurales, que es donde más daño ha causado el conflicto armado.
La tercera línea de trabajo es Incidencia y Comunicación. En esta se gesta el relacionamiento con las instituciones del nivel nacional como el Ministerio de educación, y extranjeras como las agencias de cooperación. Desde esta área se han organizado reuniones y foros en los que representantes de las instituciones estatales de diferentes niveles, han debatido sobre las problemáticas que enfrenta la educación y las posibles soluciones que podrían implementarse. “Esto es un proyecto multiactor simultaneo. No es de que empiece de la base o de arriba, sino que en cada uno de los niveles hay que trabajar al tiempo para lograr verdadera incidencia”, dice Merchán.
Según Merchán, la mayor dificultad que enfrenta el proceso es que los municipios en los que se trabaja no están certificados por el Estado colombiano. Esto lo que implica es que no son autosostenibles económicamente, por lo que no pueden decidir autónomamente la inversión de sus dineros. “¿Cómo hacemos que una política pública funcione si el municipio no puede decidir qué hacer con su plata? Hay que buscar nuevas fuentes de financiación, y para nosotros, una de ellas son los PDET”, añade el investigador.
Ante este panorama son muchas las expectativas que tienen los diferentes actores en torno a la educación. “La guerra había cerrado con un bloqueo territorial todo el sur del Tolima. De las mayores ganancias es descubrir todo el potencial que tiene el Tolima. Es increíble todo el potencial de saberes, las personas, los recursos”, afirma Patarroyo. La proyección de Educapaz está en varios territorios del país. Se espera que en los próximos cinco años el proyecto inicie actividades en dos regiones más que aún están en discusión.
Miguel Martínez
Equipo de Comunicaciones
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